¡Adjudicado!
Ha nacido un nuevo dios. Mejor dicho: ha muerto un nuevo dios. El caballero que se lleva el premio gordo es Steve Jobs: la casa donde nació Apple se declara patrimonio histórico. ¡Claro! ¿Por qué no? ¿Quién convirtió el agua en vino? Un Mac. ¿Con qué se hizo la lista de Schindler? Se escribió en un Mac, seguro. Las operaciones a corazón abierto se hacen con un Ipod. Y a la próxima guerra mundial se le pondrá fin con una llamadita hecha desde un Iphone. Jo, es maravilloso ¿no?
No. Claro que no.
Pero por lo menos nadie ha pagado por esta casa en subasta. Sin embargo estos otros objetos tocados por gente (sí, gente famosa, pero gente al fin y al cabo), han salido a subasta y no precisamente a precio de mercado.
Pasen y vean:
1. Las sobras del desayuno de Justin Timberlake.
Nosotros no tenemos muy claro todavía qué ha hecho éste en la vida para que sus sobras valgan algo más que el plato en el que se hayan dejado. Alguien pagó más de 3.000 $ por la tontería.
2. Un chicle de Britney Spears.
Estupendo. Y seguramente tenga algún estupefaciente en las babas. Dos por el precio de uno. La reina de la guarrada. Por ésto se pagaron 14.000$.
3. El aliento de Brad Pitt y Angelina Jolie en un tarro.
Lo próximo será un pensamiento de Brad en una caja de cartón. 523$ vale para alguien el aire que un famoso respira. Mejor dicho: el aire que dicen que un famoso ha respirado.
4. Un pañuelo de papel sucio de Scarlett Johannson.
Esperemos que por el precio (5.300 $) al menos lleve caca. Además la muchacha hace bromas con el asunto: si se compra un paquete de kleenex y los vende todos, se hace rica.
5. La mesa donde desayunaba Ian Curtis
Esta puja terminó hace unos días por 8.400 libras. Yo sin sillas no la hubiese comprado.
Algunos amiguitos suyos de grupo no están contentos con la venta. Nadie los quiso nunca pero es llegar el día de hoy y todos a hostias por la mesa.
