El violín del Titanic

Es de sobra conocido que la orquesta del Titanic se mantuvo en su puesto hasta el final. Los 8 músicos siguieron interpretando el himno “Nearer, My God, To Thee” (“Más cerca de ti, Dios mío”), para tranquilizar a los pasajeros que subían a los botes salvavidas mientras el insigne buque se iba a pique en 1912.

De 2.200 personas a bordo, fallecieron más de 1.500. Ninguno de los 8 integrantes de la banda sobrevivió al naufragio.

Wallace Hartley era el director de la orquesta del Titanic y el dueño del violín. El instrumento fue encontrado atado al cuerpo de su propietario, dentro de un bolso de piel, diez días después de la tragedia. Era un regalo de su prometida, Maria Robinson, quien en 1910 le puso una placa de plata con una inscripción, todavía visible: “Para Wally, por nuestro compromiso”.

El violín del Titanic subastado. Foto: AFP, Peter Muhly

El violín del Titanic subastado. Foto: AFP, Peter Muhly

Después del hundimiento, el violín recuperado por las autoridades canadienses fue enviado a Maria Robinson. A su muerte en 1939, pasó al Ejército de Salvación y a las manos de una familia que lo guardó en un desván, del que fue rescatado en 2006.

Tras ser expuesto en varios museos, el pasado sábado, 101 años después del naufragio, la casa de subastas Henry Aldridge & Son en Wiltshire (Inglaterra) ha celebrado la puja del que es, dicen, el más icónico objeto del Titanic.

Hay otros objetos rescatados del fondo del mar pero, el violín, comentan, es especial: representa todo lo bueno del comportamiento humano.

El violín tiene señales de restauración y grandes fisuras, un deterioro causado por su inmersión en agua salada; además, sólo le quedan dos cuerdas.

Aún así, valorado entre 200.000 y 300.000 libras, la cifra final alcanzada por el modesto instrumento de origen alemán, ha sido de récord: 900.000 libras (alrededor de un millón de euros):